El árbol de Ágata nos guía hacia vibraciones más altas al mismo tiempo que ayuda al descenso de estas energías hacia la tierra. Permite una conexión que es tanto terrestre como celestial, lo que lleva la vibración de la luz a un estado manifestado. Como las plantas, nuestro crecimiento debe ser hacia la luz. El árbol de Ágata nos ayuda, como plantas, a echar raíces, a orientarnos y a desplegarnos sin descanso hacia la luz.
Piedra calmante, nos acompaña en todas las formas de comunicación animal y vegetal.
Crisoberilo que tiene la particularidad de cambiar de color en función del brillo. Protege el corazón, ayuda a la circulación sanguínea y una buena irrigación del cerebro. Piedra altruista, ayuda a respetar el libre albedrío de los demás. Energizante en el trabajo, ayuda a la autoconfianza. equilibrio absoluto entre justicia, poder, humildad, fuerza y dulzura
El árbol ágata nos guía a vibraciones más altas al mismo tiempo que ayuda al descenso de estas energías a la tierra. Permite la dependencia terrestre y celestial, lo que lleva la vibración de la luz a un estado manifestado. Al igual que las plantas, nuestro crecimiento debe hacerse hacia la luz. El árbol de ágata nos ayuda, como las plantas, a arder, orientarnos y desplegarse incansablemente hacia la luz.
Piedra relajante nos acompaña en cualquier forma de comunicación animal y vegetal.
Chrysobéryl tiene la particularidad de cambiar el color de acuerdo con el brillo. Protege el corazón, ayuda a la circulación sanguínea y al buen riego cerebral. Piedra altruista, ayuda a respetar el libre albedrío de los demás. D balanceándose en el trabajo, ayuda a la autoconfianza. equilibrio absoluto entre justicia, poder, humildad, fuerza y dulzura